lunes, 2 de junio de 2025

Bienvenidos a la dictadura

 


Hoy, 2 de junio de 2025, los mexicanos amanecen con una dictadura, aunque podemos apostar que la inmensa mayoría ni pensará en eso. Ya lo comenté hace algunos días: la ranita que hierve feliz.

Ya empezó a hervir.

Les decía que el largo proceso para llegar a este resultado tuvo un inicio visible desde el año 2000, cuando Andrés Manuel López Obrador —AMLO—, otro que nunca tuvo un trabajo en el sector privado, obtuvo de manera ilegal la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, desde donde preparó su asalto a la presidencia del país.

Lo que tiene de acomplejado y rencoroso lo tiene de persistente, y, finalmente, en 2018, llegó a su silla. En sus seis años de desgobierno "transformó" a un país en el que maduraba una democracia funcional, con una economía pujante y una sociedad diversa.

Su "Cuarta Transformación" dejó a un México endeudado, con una sociedad polarizada, una economía estancada, doscientos mil asesinados y un número indeterminado de desaparecidos, grandes extensiones de su territorio controladas por organizaciones criminales y una clase política prácticamente controlada por estas últimas.

En 2024, tras unas elecciones de Estado, puso en la presidencia a una marioneta, que, a pesar de tener el carisma de una colonoscopia sin anestesia, dicen que tiene un ochenta por ciento de aprobación.

Y así llegamos a esta mañana del 2 de junio de 2025.

Pues hoy, después de que se hicieron con el poder ejecutivo y se robaron el legislativo, les arrebataron a los mexicanos el último bastión que quedaba de aquella democracia, ahora demolida. Jueces y magistrados "electos" por el mismo método con el que en Cuba se "eligen" los diputados del llamado Poder Popular, que ni es poder ni es popular.

La Suprema Corte, único obstáculo que tuvo AMLO para chatarrizar el país, quedará dirigida por otra de sus pupilas, de nombre Lenia. Por Lenin. Sí, por ese mismo: Vladímir Ilich, el de la hoz y el martillo.

A partir de hoy tienen el control de todo el Estado. Desaparecieron los órganos autónomos, los regulatorios, cooptaron los electorales y los de derechos humanos. La prensa, antes libre, ahora mira hacia otro lado antes de criticar a la élite gobernante. Los grandes empresarios, como siempre, al tanto de sus capitales y al servicio del mandamás de turno. La historia se repite.

Como dice el periodista Carlos Loret de Mola, ahora será una dictadura generosa. La marioneta será magnánima por un tiempo, pero quien mueve sus cuerdas no lo es. Es cuestión de tiempo: esa generosidad es efímera.

Y en esto de las dictaduras, la Junta de Barrigones que somete a Cuba ha aprendido bastante. El totalitarismo cubano los tiene en la ruina. Con Chávez en Venezuela intentaron algo más suave, pero se les fue de las manos y miren en el estado en que se encuentra el que fuera el país más próspero de América Latina.

Ya veremos qué harán ahora con México. Transformación de cuarta.

 


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