Desde el 21 de julio de 2021, yo me encabroné definitivamente con la Junta Militar de Barrigones que desgobierna Cuba. Ese día, miles de cubanos se lanzaron a las calles a pedir libertad.
📺 Si no me quiere leer, véame, pero es peor. → Ver el video aquí
Se tiraron de verdad a la calle, que es como caen las dictaduras: con la gente en la calle.
Para mí era como el 11 de septiembre de 2001. Ese día no fui a trabajar, me quedé todo el día pegado a la pantalla, atónito ante lo que pasaba. Me dolió mucho el ataque; me dolió más la caída de esas torres.
El 21 de julio de 2021 me pasó lo mismo. Me pasé el día pendiente de las manifestaciones. Tuve esperanza, incluso cuando el Barrigón número 1 dijo, con voz asustada: “La orden de combate está dada”.
Ordenó a sus esbirros matar cubanos. Como le dije al periodista Luis Cino hace unos días, ese día saqué el machete.
Los esbirros reprimieron las manifestaciones, las ahogaron, mataron. Hoy languidecen en las mazmorras totalitarias miles de jóvenes castigados solo por pedir comida y libertad.
Los Barrigones que los reprimieron han llevado lo que queda de país a esta catástrofe humanitaria de la que hoy somos testigos. En 2025, los cubanos son más pobres y miserables que en 2021.
La isla se inunda en toneladas de basura putrefacta. Basura que es un semillero de mosquitos transmisores de enfermedades, como la epidemia que ahora postra a los cubanos. Y no son solo los mosquitos: ya son colonias de ratones y ratas.
Vienen más enfermedades. Ah, y más inundaciones. Cuando llueve, parte de esa basura se va al alcantarillado. Alcantarillado que no se repara ni se mejora desde 1959.
El huracán Melissa devastó el oriente de la isla mientras los Barrigones siguen devastando la isla entera, y con ella a los cubanos. Yo no me canso de repetirlo —quizás lo canse a usted—, pero esos Barrigones, herederos del Orador Orate, siguen manteniendo a ese antiguamente próspero país en la miseria.
En Se acabó la diversión les cuento cómo inició esta locura. Sesenta y seis años lleva ese sistema totalitario insistiendo en la misma locura. Locura que lleva sesenta y seis años produciendo miseria, fracasando repetidamente.
Y siguen. Ahora creo que están hablando de un nuevo “plan”. Otro más destinado al fracaso, y a mantener a Cuba y a los cubanos en la miseria.
Les he contado repetidamente sobre casos específicos de personas completamente desamparadas. Todos los días vemos videos de la catástrofe humanitaria. Gente muriendo de hambre y enfermedades mientras esos Panzones se pavonean por las zonas de desastre sin llevar ni una botella de agua para regalarles a los afectados por el huracán.
Terminando su show mediático, regresan a sus lujosas casas, las mismas casas que le robaron a sus legítimos dueños hace sesenta y seis años. Ahora son de ellos, y se mantienen cuidadas y lujosas.
Si no me creen, revisen en internet la casa que tiene en La Habana el hijo del viceministro del Ministerio de la Construcción de los Barrigones. Véanla, es el mejor ejemplo de la “igualdad revolucionaria”.
Un Ministerio de Construcción en un país que no se construye. Bueno, sí: construyen hoteles para Gaesa, mientras millones hoy pernoctan sin techo. El hijo del viceministro vive en una casa —robada en 1959— con piscina y frente al mar.
Igualdad revolucionaria.
Y antier veo lo inimaginable. El Barrigón número 1 volvió a la zona de desastre. A la parte bonita, no a la real, por supuesto. Fue a Guantánamo, otra vez con las manos vacías y el uniforme planchado.
No fue a Sagua de Tánamo, ahí cerca, que continúa inundado porque el desgobierno Panzón está evacuando agua de los embalses desbordados. Fue a Guantánamo, que está seco.
¿Y qué veo? En vez de que esa gente miserable le reclame en la cara a este idiota, como protagonista de su actual estado miserable, le aplauden cantando ridículamente “Pa lo que sea, Canel, pa lo que sea”.
Pues sí, para lo que sea. Para que sigan durmiendo sin techo, sigan enfermando de virus desconocidos, rodeados de basura inmunda, con hospitales colapsados y sucios, sin agua, sin electricidad, sin medicinas, sin alimentos.
Y así todo le cantan al Barrigón que es la cara visible de la dictadura que los tiene sobreviviendo como en la Edad de Piedra. O peor.
Sé que lo que vi en el video es un montaje propagandístico, con ángulo cerrado y poca gente. Pero son cubanos oprimidos, sin techos, sin dientes, sin comida. Y le cantan al dictador marioneta, al genocida.
Puedo entender la ridiculez propagandista: los que cantaban no eran más de veinte. No representan a los millones de cautivos que en estas páginas defiendo. Pero vale preguntarse: ¿dónde estaban cuando el Barrigón caminaba feliz por sus calles destruidas?
Muchos estarían postrados por los virus misteriosos. Pero ¿y el resto?
El 21 de julio de 2021, siendo testigo de mis compatriotas en la calle pidiendo libertad, saqué el machete. Y aquí me tienen.
El jueves pasado, siendo testigo de tanta ignominia, me dieron ganas de guardarlo.
Al fin y al cabo, yo vivo libre. Pero, coño, cómo duele Cuba, carajo.


Hola. Vivo en Cuba. Cómo puedo tener tu libro
ResponderEliminarHola Clo, si quieres escribe a mi email y te explico como. Saludos, y gracias por leerme.
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