Ahora que el Pedigüeño número 1 anduvo por Minsk mendigando alguna migaja del dictador Lukaschenko, me vino a la mente el tipo de personajes que reciben a este tipo.
El Orate, quien, además de asesino, tenía dotes de encantador de personas, supo convertirse en una figura de estatura mundial. Estatura ficticia, pero como un actor famoso era buscado por todo tipo de personalidades para tomarse una foto a su lado.
Ahora, con este Barrigón deslucido, solo se reúnen los que, como él y su Junta, desprecian la libertad, el progreso y la civilización occidental.
Como decía mi abuela cuando yo andaba con malas compañías: dime con quién andas y te diré quién eres.
Mientras encabeza la Junta que tiene a los cubanos esclavos, malviviendo entre la miseria y la oscuridad, este monigote anda por el mundo, en avión prestado, pidiendo limosnas y fomentando alianzas en contra del mundo libre.
Y no olvidemos: el sujeto y su Junta pernoctan a solo noventa millas de Estados Unidos.
Increíble.
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