viernes, 16 de mayo de 2025

Quieren dejar vacía a Cuba

 


La Junta de Barrigones que azota a Cuba tiene dos constantes en su actuar; bueno, mejor tres si adicionamos la de reprimir. Después de esa, una es la de dedicarse a buscar por todo el mundo incautos que les financien la pocilga en la que convirtieron la isla, y otra es la de exportar cubanos a todas partes del mundo e intentar también esquilmarlos a través de remesas con el tema del amor familiar.

En el epílogo de Se acabó la diversión menciono que hay cubanos que se han ido como voluntarios del lado ruso en la agresión contra Ucrania. Debí haber dicho "mercenarios", pero ya quedó así. Permítanme compartírselo:

"Lo sucedido en Cuba a partir del 1 de enero de 1959 rebasa toda comprensión por el inusitado destino al que derivó la nación. A principios de 2025, habían transcurrido sesenta y seis años desde que Fidel Castro tomó para sí los rumbos del país, bajo la promesa de acabar con el pasado y llevarlo hacia un luminoso futuro de desarrollo y justicia social. Lo primero lo cumplió cabalmente, y, en vez de lo segundo, el sistema impuesto sobre los cubanos desde entonces degeneró hacia la situación que viven en la actualidad la desdichada mayoría de sus habitantes. Todas las promesas quedaron en la interminable retórica gubernamental. Alrededor de un tercio de los cubanos ha tenido que irse a residir a otras tierras, desde Estados Unidos, Europa Occidental o América Latina hasta Haití, o incluso como voluntarios al servicio de Rusia en la guerra de Ucrania".

Resulta que no estaba equivocado, a pesar de haberlo escrito hace casi un año.

Surge ahora la noticia de que se tiene contabilizado más de un millar de cubanos al servicio del ejército ruso.

Mientras la cabeza visible de los Barrigones, junto a su primera..., junto a su pareja, estaban en Moscú genuflexos rogando por migajas, los ucranianos publicaron una lista de veintinueve cubanos fallecidos en ese conflicto. No eran turistas que visitaban los trigales, eran mercenarios al servicio de Rusia.

Fidel Castro mandó cubanos a conflictos en Argelia, Yemén, Etiopía, Mozambique, Angola, Namibia, Vietnam, Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Israel y decenas de otros países. Cooperantes internacionalistas les llamaban; carne de cañón es lo que fueron.

Y, como vemos, lo siguen siendo. Díaz-Canel, y los que mueven los hilos de esa marioneta, no tienen los recursos y mucho menos la inteligencia del difunto barbudo, aunque, evidentemente, sí mantienen su siniestra vocación.


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