Foto: Bloomberg
Hoy, 3 de septiembre, el secretario de Estado, Marco Rubio, se reunirá con la presidenta de México, la señora Claudia Sheinbaum. La señora ha evitado durante todo su primer año de mandato reunirse con Donald Trump. Quizás la repulsión sea mutua.
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el entonces senador Rubio lo llamó "protector de narcotraficantes", que todo indica que sí lo era, por su política de "abrazos, no balazos".
Lo cierto es que durante ese período, entre 2018 y 2024, los cárteles del narcotráfico campearon a sus anchas en casi todo el territorio mexicano. Ya no solo fabrican, transportan y comercializan narcóticos, sino que han expandido sus negocios a la extorsión, cobro de piso, tráfico humano, extracción de minerales, robo al por mayor de combustibles y todo lo que usted pueda imaginar en la esfera económica.
Y política. Durante la elección pasada, los cárteles secuestraron a candidatos opositores al partido Morena, el de AMLO y Claudia, y financiaron las campañas de los peones del "señor presidente".
Todo eso lo saben en el Gobierno de Estados Unidos, lo sabe Marco desde que estaba en el Senado. Y sabe más: sabe cómo protegieron al capo Rafael Caro Quintero, quien cumplía una condena de veintiocho años cuando, durante el tiempo de AMLO, fue liberado por un tecnicismo.
Lo liberaron y enseguida montó un nuevo cártel, llamado de Caborca. Estados Unidos siempre quiso echarle mano a Caro Quintero, acusado, entre tantas cosas, de torturar y asesinar a un agente de la DEA en México. Ayudado por un siniestro personaje llamado Manuel Bartlett, que en 1985 era secretario de Gobernación —puesto poderoso— y que casi treinta años después AMLO lo integró a su gobierno en un puesto fácil para hincharse de dinero, y sí que lo hizo.
Resulta curioso que Bartlett perteneciera al partido político al que AMLO más criticó durante su larga campaña para lograr la presidencia, y así y todo lo integrara a su gabinete. Bueno, AMLO, antes de hacer su partido propio, también fue compañero de partido de Bartlett. Es más, hasta compuso el ridículo himno de la organización.
Finalmente, por presiones del gobierno de Biden y tras una conversación entre AMLO y Kamala Harris —aunque no lo crea, hizo algo útil—, el capo Caro Quintero fue reapresado, pero no extraditado como querían los gringos. AMLO lo protegió así como el capo lo financió. No fue hasta la llegada de Trump, y ahora con la más dócil Claudia, que Caro la está pagando caro en una celda de alta seguridad en Nueva York.
En México, todos sus cómplices están que se cagan de miedo por si empieza a cantar, como lo han hecho casi todos los del medio centenar de extraditados gracias a Trump.
Marco también sabe que el antecesor de Claudia invitó varias veces al Panzón número 1 y a su séquito a México. Invitados de honor, eh. Sabe que desde entonces, y ahora con Claudia, que hace lo que el viejito quiere, le han mandado miles de millones de dólares a los Barrigones inútiles para que medio sostengan su garito.
Por un lado, dejaron crecer al narco hasta insertarlo en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Por cierto, ahora todos al servicio de la señora presidenta. Por otro lado, apoyan a todos los enemigos vitales de Estados Unidos, incluyendo el quiste cubano, provocador de cada metástasis política en el continente.
Los apoyan no solo con combustibles, lo hacen como hizo Hugo Chávez y ahora Maduro, aceptando "misiones" de médicos de la isla cautiva. Otros miles de millones de dólares a la Junta Militar de Panzones que la oprime.
Incluso, hace unos días, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha emitido una licitación pública —algo bueno; en tiempos de AMLO él daba los contratos directamente, sin competencia— para atender a estos médicos esclavos.
Cito un artículo publicado hace unos días por SonoraPresente:
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de su programa IMSS-Bienestar, prepara un nuevo contrato para garantizar hospedaje, alimentación y transporte para más de 2 mil médicos cubanos que prestarán sus servicios en regiones de alta y muy alta marginación en México.
De acuerdo con la licitación pública nacional LA-47-AYO-047AYO955-N-116-2025, los médicos recibirán tres comidas diarias, hospedaje en hoteles de al menos tres estrellas o en casas con habitaciones compartidas o individuales, y transporte diario hacia las unidades médicas donde laboren. Además, deberán contar con un chofer que garantice su traslado con puntualidad, al menos diez minutos antes de su horario de entrada y salida.
(...)
El nuevo contrato detalla que el proveedor seleccionado deberá brindar servicio de atención continua, disponible las 24 horas, para atender cualquier requerimiento relacionado con transporte, hospedaje o alimentos.
La alimentación deberá cumplir con los lineamientos de la Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012, conocida como El Plato del Bien Comer. Los alimentos no podrán contener productos alterados por aditivos, sal, azúcar o conservadores, y deberán servirse todos los días de la semana.
Hasta el momento, 10 empresas han mostrado interés en obtener el contrato, entre ellas BC CAP Development, Distribuidora Potosina Biofar, Perlop Operadora de Alimentos y Pigudi Gastronómico. El fallo se dará a conocer el 31 de agosto, y el contrato entrará en vigor el 1 de septiembre, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2025.
(...)Pese a la continuidad del programa, no existen métricas oficiales sobre su impacto en el sistema de salud mexicano. De acuerdo con solicitudes de información realizadas por EL UNIVERSAL, ni el IMSS, ni la Secretaría de Salud ni IMSS-Bienestar tienen registros sobre el rendimiento, productividad o especialización de los médicos cubanos desde 2022.
Este modelo de contratación ha sido señalado por organismos internacionales. A inicios de agosto, el gobierno de Estados Unidos anunció restricciones de visado a funcionarios de países que colaboren con las llamadas misiones médicas cubanas, incluidas antiguas autoridades de la Organización Panamericana de la Salud, al considerar que se trata de esquemas de “trabajo forzado” que financian al régimen cubano.(*)
Son esclavos. Marco Rubio lo sabe.
Ojalá Marco y Claudia no conversen solamente sobre narcos como Caro Quintero; ojalá les haga caro el que trafiquen y exploten a los esclavos de esa Junta Militar impuesta a Cuba.
Que les cueste caro seguir engordando sus inservibles panzas.
Ah, y de México el joven Marco sigue a Ecuador, desde donde el Cártel de Sinaloa embarcaba la cocaína hacia México, y de ahí a la frontera abierta de Biden. En tiempos de AMLO. ¿Entienden?
(*) https://sonorapresente.com/2025/08/casa-chofer-y-dieta-especial-preparan-nuevo-contrato-para-medicos-cubanos-en-mexico/
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