Ayer, el portal oficialista Cubadebate pidió a los cautivos de la isla que enviaran sus fotos mientras celebraban el 26 de julio. Lo han hecho antes; en otras ocasiones han pedido fotos de niños, de árboles, del Día de los Padres, museos, cosas por el estilo. Banalidades.
Y es que el 26 de julio es la fecha que el Orate convirtió en uno de los días principales de las festividades por su "revolución". Como lo que hicieron los revolucionarios franceses en 1792, que cambiaron el nombre de los meses, el Orate instauró el 26 de julio como día fundacional de su éxito.
Ese día, en 1953, asaltó con un grupo de cubanos el principal cuartel del Ejército Constitucional en Santiago de Cuba. El ataque fue un fracaso: murieron cubanos de ambos bandos, mientras Santiago estaba en carnavales.
También cambió los carnavales de La Habana de febrero a julio, como en Santiago; el 1 de enero pasó a celebrarse como el triunfo de su guerrilla, y el 28 de octubre, el día para recordar a Camilo Cienfuegos, a quien desapareció para siempre. Al argentino que mandó a la muerte a Bolivia también le puso un día. Así era él.
Prohibió celebrar las Navidades y borró de la historia el 20 de mayo, fecha del inicio de la República de Cuba, esa que él destruyó para instaurar su dictadura comunista.
Otra vez me desvié. A lo que vamos es que la Junta de los Barrigones y sus corifeos feos de la prensa oficial no respetan a los cubanos cautivos en la isla cautiva.
Pedirles que manden fotos celebrando lo que celebran quienes los mantienen en la miseria es como haberle pedido a un berlinés oriental que mandara fotos mientras se electrocutaba en la cerca del muro que dividía su ciudad. Dividía la libertad de la servidumbre y de la Stasi.
Al menos el alemán tenía electricidad. Maléfica, pero sus refrigeradores funcionaban, tenían alumbrado público, trolebuses y calefacción. Sin libertad, pero al menos eso tenían.
En la cautiva no tienen ni cómo cargar el teléfono para tomar la foto. No tienen internet para enviarla a Cubadebate. Si la foto es de noche, solo se verá un bloque negro, oscuro. Con mosquitos invisibles. Chikungunya, dengue. Mosquitos socialistas.
Si es de día, serán fotos de basureros, derrumbes y turbas persiguiendo una pipa de agua por las destrozadas calles de algún barrio olvidado. De ancianos vendiendo cualquier cosa, sentados en el piso; de niños jugando sin zapatos. Fotos de miseria.
Miseria resultado de todo lo que empezó aquel 26 de julio.
Si yo estuviera cautivo en la cautiva, me cagaría en todos ellos. Sinvergüenzas.
No estoy allá, soy libre, pero con gusto también me cago en todos ellos.
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