México marcha feliz hacia el futuro luminoso...

Desde 2018, México votó por un cambio. No lo hizo desde la nada, sino después de una larga campaña, arreciada desde el año 2000, que sistemáticamente desacreditaba la democracia, sus valores y al sistema político en su totalidad. 

 

Campaña ayudada, sin ellos darse cuenta de que no se daban cuenta, por los partidos políticos que ostentaron la alternancia después del medio siglo de gobiernos del PRI. 

Vicente Fox, candidato del PAN, llegó a la presidencia en el 2000 como exponente de las esperanzas de los mexicanos de llevar el país a un nivel superior de desarrollo, justicia y seguridad. Resultó un fracaso vergonzoso. Corrupción, ineptitud, subordinado a los fatuos deseos de su pareja. Hasta Castro se burló de él: comes y te vas. 

Allá le dirían pendejo, en Cuba comemierda, en Argentina boludo y en España gilipollas, o mi versión vallecana, capullo.

Felipe Calderón mostró temple, quizás demasiado. Tuvo la némesis de Andrés Manuel López Obrador, AMLO, deslegitimándolo a él y al país. Intentó detener el avance del narco, chapuceramente. Hasta de alcohólico lo tacharon.

Enrique Peña Nieto, excelente gobernador del estado de México, se convirtió, o lo convirtieron inteligentemente, en el Titanic de la democracia mexicana. Superficial, corrupto, desidioso, amante de la vanidad. Entregó, literalmente, su país a las manos de quien tanto codiciaba el poder.

2018. Ganó AMLO finalmente. De manera limpia bajo las reglas de una democracia fortalecida. Mucha gente pensó, ¿que puede salir mal? Llegando a la presidencia se va a calmar:

• Destruyó un aeropuerto de primer mundo a media construcción, y ya pagado.
• Construyó uno de tercer mundo a un costo elevadísimo, al que nadie vuela
• Mientras el mundo se aleja del uso de combustibles fósiles, se encaprichó en construir una nueva refinería en medio de un paraíso natural. Todavía, siete años después, no refina nada. Los manglares sí están destruidos.
  
• Partió al medio la selva de Yucatán con un tren en el que nadie viaja. Aunque sí dejó centenares de cenotes milenarios contaminados y millones de árboles talados.
  
• Desdeñó la epidemia de Covid-19, nombrando a un idiota al frente de su combate, que no fue tal. Centenares de miles de muertos.
• Abrió sus fronteras para que llegaran migrantes de todo el mundo rumbo a Estados Unidos. Gente decente y gente mala, mezclados. Da igual.
  
• Dejó que los cárteles del narcotráfico ampliaran su negocio traficando con esos mismos migrantes. Secuestrados, asesinados o cooptados para convertirlos en sicarios.
• Abrazos, no balazos con los delincuentes.
  
• Desfalcó a su nación. Corrupción como nunca y endeudamiento sin igual para que ganara su sucesora en las elecciones de 2024.
• El 16 de septiembre de 2021, invitó a Miguel Díaz Canel, cabeza visible de la camarilla que somete a la isla de Cuba, a encabezar el acto por la independencia de México. Dos meses después de que el 11 de julio reprimiera violentamente a los cubanos que salieron a pedir libertad.
  

De ella, hablaremos en otro post. Para mayor información, hacer clic en la foto: