martes, 29 de julio de 2025

Mira que son brutos


Unos minutos antes de meterme a bañar como cada mañana, me llegó un mensaje de Ernesto Miami, un tipo genial. Resulta que estudiamos en el mismo año y en el mismo preuniversitario. Me dice: "Mira tú qué casualidad". Hacía tiempo que no escuchaba ese "mira tú" de los cubanos de mi generación.

Ya bajo el chorro caliente de la ducha —lugar de reflexión— seguí pensando, no en Ernesto, solavaya, sino en el "mira tú". Y me vino a la mente un "mira tú qué son brutos". Brutos los tontorrones que desgobiernan a esa isla cautiva.

Y es que el 17 de diciembre de 2014, la dictadura cubana, entonces todavía encabezada directamente por el hermano del Orate, ganó la guerra que desde 1959 él y su hermano libraban contra Estados Unidos.

Literalmente, la ganaron.

Ese día, Barack Hussein Obama restableció relaciones diplomáticas con la dictadura cubana. Relaciones que se habían roto desde enero de 1961, después de que el Orate y su pandilla nacionalizaran casi todo en Cuba, abrieran de par en par su isla a la Unión Soviética y sus colonias, y fusilaran o encarcelaran a cualquier cubano que respirara libertad.

Ese 17 de diciembre, hace diez años y medio, Barack Hussein Obama traicionó a todos los cubanos que respiramos libertad. No fue el primero en hacerlo. Ya Kennedy lo había hecho en 1962.

Ese día, Obama rindió a su país ante un enemigo minúsculo, pero pernicioso. Les otorgó todo sin recibir nada. Creo que incluso hubo contrabando de semen. Qué asco, por el semen y por ellos, los de ambos bandos.

Ese día la dictadura ganó. Se le abrieron las puertas del mundo. Su isla miserable se puso de moda. La Habana y las playas se llenaron de turistas gringos, de famosos fatuos romantizando sus ruinas, la pobreza. Miseria exótica para sus fotos fatuas.

Los cruceros empezaron a llegar uno detrás de otro. Los aviones de American y Delta saturaban el espacio aéreo. Media Habana empezó a vivir del turismo: choferes, alquiladores de casas, contrabandistas de habanos y de habaneras.

El dinero fluía, y lo que es peor para nosotros, los libres, se limpiaba el prestigio de los dictadores.

Hasta Obama y su familia se aparecieron en La Habana. La China, hermana del Orate, lo ridiculizó levantándole la mano. Increíble.

Habían ganado, pero son tan brutos que no se dieron cuenta.

En vez de aprovechar la coyuntura para mejorar la devastada economía, hicieron lo contrario. Atacaron al personal de la recién abierta embajada estadounidense. Los pobres quedaron sordos o turulatos.

Siguieron jodiendo a Estados Unidos en todos los foros del mundo. Continuaron lloriqueando con el mentado "bloqueo" y nunca dejaron de reprimir a los cautivos ni de exprimir a los de este lado.

En consecuencia, se acabaron los cruceros, cada vez hay menos vuelos, los choferes no tienen gasolina ni turistas, ni los alquiladores a quién alquilar. Tienen la isla a oscuras, sin agua ni alimentos.

Habían ganado y son tan brutos que no lo supieron. Quizás lo supieron y son tan hijos de puta que prefirieron regresar a lo que les gusta: crear miseria y castigar cautivos.

Hoy Barack Obama ya no está en la presidencia, Kennedy está acostado al lado de su hermano en el cementerio de Arlington, incluso tienen una llama eterna.* 

Pero los Barrigones ahí siguen.

Nos siguen ganando.

 

* Les digo que es eterna porque hace unos años le eché, en honor a la 2506, una de mis conocidas meadas, y no se apagó. 

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